Sesión 2: La Bella Durmiente



· SE PUEDE FUMAR EN EL HOSPITAL
· LAS HORAS EXTRAS, LA TRAMOYA Y LA SALVACIÓN DEL TRUENO
· CUÁNDO COME JORGE
· SANGUCHITOS Y ORGANIZACIÓN
· LAS MECHERAS
· UNA AYUDA DEL DESTINO
· A MI ME GUSTA LA MUSICA
· LA BELLA DURMIENTE
· LAS CAJITAS Y EL COSITO

SE PUEDE FUMAR EN EL HOSPITAL
Los tacos de mis botas suenan en el pasillo. Golpeo la puerta.
- Sí, adelante
- ¡Hola! Ah, no sabía si había llegado bien…
Se levanta y se acerca para saludarme.
- ¿Qué?
- ¿Qué tal? –pregunto, nos damos un beso- No sabía si había llegado bien, a horario
- Creo que sí –dice rápidamente, sentándose y señalándome la silla que está del otro lado del escritorio.
- Era doce y media, ¿no?
- Doce y media.
Tose. Nos acomodamos. Sigue tosiendo, dice algo.
- ¿Cómo…?
- Mirá cómo se puso…
- Sí, de repente se puso todo negro
- Impresionante
Miramos hacia la ventana, que queda delante de la puerta, a la derecha mío. No es muy grande, tiene marcos envejecidos, antiguos.
- ¡Oh! ¡Parece de noche!
- Sí…
- Hay una bruma terrible ahora –se levanta y sigue hablando mientras cierra la ventana- A veces abro un poco para que se ventile, tanto olor a cigarrillo…
- Ah, sí. Qué raro que se pueda fumar acá
- No, no se puede –dice y se ríe
- ¡Pero fuman!
- Mmmsí
- Es raro, porque se respeta bastannnte… en todos… los bares.
- Mmmmh… en un momento habían dejado que se pudiera fumar en los… emmmh… hospitales psiquiátricos y centros de salud mentales
- ¿Por qué?
- Y porque viste que los rayados fuman más que los otros –dice entre risas-, pero ahora se prohibió, se deja nada más que en los hospitales psiquiátricos. Porque alguien que es un psicótico, un loco, no le podés decir “no, no fume acáaaa”… interpreta cualquier cosa
- …ni lo entiende…
- …claro… el tema es que lo entiende en un grado de una justificación esotérica y…
- Claro.
- …para qué tenés que fumar y bueno, entonces ahí sí se permite. ¡Pero acá no! Pero bueno…
- …fuman igual. Y bueno, se ve que acá la gente está más nerviosa
Se ríe y dice: puede ser.
- No sé.
Silencio.

LAS HORAS EXTRAS, LA TRAMOYA Y LA SALVACION DEL TRUENO
- Bueno, no sé qué se hace ahora.
- Se habla de lo que te pase por la cabeza
- Ok.
- Es decir no… haber, no sé… “la vida no tiene mucho sentiiiidoooo”…cualquier cosa de ese estilo
- Bueno, el otro día quise ir al primer piso
- ¿Mjm?
- Y no había nadie, estuve un rato y no había nadie así que voy a ir hoy devuelta
- Claro, por ahí no estaba la secretaria
- Porque había una radio prendida… o sea, había cosas como que había alguien pero no había nadie
- Mjm… no sé, a lo mejor habían ido al baño, puede ser pero –carraspéa la garganta- también estamos con un poco de problemas con… –se escucha una ambulancia que parece estacionar cerca- con… el personal administrativo digamos, porque por ejemplo el que está de la mañana hasta las tres de la tarde… que sí, es una persona que ya está fija
- Claro
- Pero después de esa hora hay gente que hace lo que acá desde la municipalidad le llaman módulos, que vendrían a ser horas extras. Vienen de otro hospital, porque trabajan en el oncológico. En el oncológico tienen que trabajar cuatro horas y no pueden trabajar más por la radiación.
- Claro –digo aburrida.
- Entonces tienen que hacer las horas extras en otro hospital. En cambio los demás que trabajan en otros hospitales hacen las horas extras en su propio hospital –me dice como contándome un cuento de hadas
- Claro
- Eeeem… o sea que son gente queeee… viene ymmm… y la directora, que la pusieron ahora, que nos sacaron a nuestro director y nos pusieron a Ésta… mujer que es… en realidad se supone que... Es personal de planta de acá, voy a decir, para tratar de hacerlo lo más comprensible posible. No puedo decir que trabaja acá.
- Claro
Carraspéa la garganta y pregunto:
- ¿Qué… no viene nunca?
- Claro. Porque es… está… hicieron una tramoya para poner representaciones de estos municipales para que los que hay acá no los deriven. Entonces se pone como, se hace una rotación así entre medio y queda como delegada, entonces siempre, cuando el director quería que le sancionaran como no venían estas personas… son delegadas y están haciendo tareas generales –hace un pausa y sigue- que son arduas y ocupan muchísimo tiempo. Todos los días.
- Claro
- Así que… ese es el problema. Buo… entonces, cuandooo… -se escuchan bocinas desde afuera- nosotros teníamos un director con el convenio con la Municipalidad conseguimos que además de que fuera por su currículum, fuera por el consenso de la mayoría. Entonces se botó y la persona que tuvo más botos fue propuesta y ellos aceptaron. Cuando subió Macri, a todos los directores de todos los hospitales se les hicieron firmar una renuncia.
- Y pero… ¿y si no querían renunciar?
- Él firmó en disconformidad, tenía que renunciar sí o sí porque las grandes autoridades tenían derecho
- Pero ¿y porqué? ¿Si yo me rehúso a firmar qué pasa?
- La gente del gobierno tiene derecho a pedirte la renuncia
- …y pero y vos tenés derecho a negarte…
- ¡No!
- ¿Ah, no?
- Podés firmar en disconformidad, pero vos tenés que firmar. Él firmó en disconformidad y llegado el momento que tuvieron que poner a otra persona armaron una especie de concurso trucho ahí, que es por lo que nosotros seguimos insistiendo. Porque el Jefe de Gobierno tiene derecho a nombrar a otra persona, interventor… qué se yo. Pero no lo hizo. Hizo un concurso trucho, donde pusieron a Esta mujer…
- …que es peor todavía, porque directamente la hubieran nombrado…
- Claro. Entonces, como no la nombró directamente, porqueee… nosotros ya hace dos años que estamos luchando con esto
- ¡Ah! ¿Sí?
- …y lo peor es que…
- Yo pensé que era de ahora…
- No, no… eso empezó… un año y pico, un año y medio más o menos por ahí. Empezó a fines dellllll… dos mil nueve. Después a él lo volvieron a reponer, por el recurso de amparo que se presentó, qué se yo, para que la sacaran a ella. La sacaron y lo volvieron a poner a él. Ahora después dicen que cuando él estuvo no… no estaría autorizado –carraspea la garganta-. Entonces le hacen un sumario.
Silencio.
- Es un quilombo, vivimos peleando…
- …sí…
- …pero ya estamos tan acostumbrados…
- Terrible
- …que para todo siempre hay que pelearse… estemm… No sé a qué vamos a llegar, pero bueno. Entonces, Esta mujer se ha puesto en contra, y nos toca decirle: “mirá, sus changuitas…” –se escucha un trueno que nos asusta, ella sigue hablando en un tono como adormecido, monótono.
- ¡Ay! ¡De repenteeee…! –la interrumpo
- ¡Fue el fogonazo y el trueno! ¡Todo al mismo tiempo! –retoma el tono monótono- Acá nomás cayó…-se ríe
- Y a parte ahora es de día de vuelta
- ¿Qué? –noto que querría seguir hablandome de las tramoyas del gobierno de turno, pero insisto.
- Ahora es de día de vuelta –digo y hago silencio. Me mira- …estaba oscuro…
- Mmmmsímm… un día medio tardío pero bueno, no es de noche, por lo menos –se ríe-. Bueno, y esa es la situación –retoma-, entonces por eso a veces no hay gente y esas cosas.

CUANDO COME JORGE 
- Claro. Sí… yo me imaginé que tal vez estaba haciendo otra cosa, qué se yo… o que era el horario de almuerzo
- No, acá en el horario de almuerzo te vas, si no hay alguien más que te suplante
- Ah
- Por ejemplo Jorge está siempre. No sé en qué momento comerá algo…
- ¿…cuándo come pobre?
- ¿Eh?
- ¿Cuándo come pobre?
- ¡No sé, a lo mejor come cuando termina, qué se yo!
- O se queda alguien cuando se va a comer o se come un sanguchito
- A menos que venga otra persona antes de su horario de irse y se vaya un poco más para atrás y coma algo. Todos los que trabajamos de doce a dieciséis… bueno, algunos se van a comer algo…
- …pero este hombre está desde la mañana…
- Mjm
Toso.

SANGUCHITOS Y ORGANIZACION
- Es otro de los… otra de las víctimas de la…
- …del sistema. Bueno, a todos nos pasa. Yo por ejemplo tengo el horario de almuerzo pero… a veces me resulta tan caro salir a comer…
- Mjm
- …que me quedo ahí. Como algo ahí
- ¿Y no te llevás algo para comer?
- Me llevo algo en un taaaaper… pero sopa no me llevo
Se ríe.
- Te podés llevar un termo con sopa. Te llevás una pajita, gruesa para que pasen los fideitos –se ríe
- No… llevo sanguchitos… es terrible porque a lo largo del año y de los años terminás comiendo sanguchitos todos los días
- Claro, sí…
- Porque a la noche no me dan ganas de ir a mi casa y hacerme la biandita para el otro día…
- Claro… ¿tenés como un pequeño problema con la comida, no?
- No… más de organización…
- Claro, sí, pero digamos: dentro de la organización lo que cae es la comida, esta vez
- Una de las cosas… lo que pasa es que, sinceramente, siento que a lo largo de los años fui como perdiendo el interés en muchas cosas, entonces me quedó como lo básico, que es ir a trabajaaar…preocuparme por la comiiiidaaaa…
- Mjm
- No sé
- ¿Y por qué te preocupás por la comida?
- Y organizarme, como para no comer todos los días sanguchitos
- Claro, porque una de las cosas que hay que tener en cuenta es la nutrición, ¿no? Porque si tomás sopa de vitina todos los días muuuucho alimento no es
- No, no, eso es más para la noche
- Claro, pero si todas las noches no comés, cómo puedo decirte… un pollo, con ensalada y fruta y…
- Pasa que si como algo medio pesado después no puedo dormir
- Mjm
- Como que prefiero algo que me deje dormir, y desayunar mejor
- Mjm… ¿y qué desayunás?
- Depende, en un momento me agarró como una especie de simplificación y todos los días de muchísimos meses… yogurt con cereales. Hasta que me harté y no los quería ver más. Y empecé a… no sé… té con alguna galletita con aaaalgo…
Dice algo entre risas.
- ¿Qué?
- ¿Qué quiere decir “desayuno bien” Clara?
- Eh… ¿que como bien…? O sea… ¡un pote así –hago un gesto con las manos indicando algo bastante grande- de yogurt con cereales!
- Comías. Ahora tomás un té
- Y ahora… a veces como eso y…
- Un té no es mucho… digamos
- Eh… digamos queee… tiene varias partes: bastante y… o sea… que es yogurt, que es un lácteo, con cereales… que se supone que son buenos
- Mjm
- Porque sino a veces estoy así como… mmmh… no tengo ganas y me todo un té con una galletita. Eso no es desayunar bien
Suena una bocina afuera. Se escuchan voces de gente que pasa del otro lado de la puerta.
- Después algo que me gusta mucho es arreglarme
- Mjm
- Tal vez también es como parte de mi trabajo, que tengo que estar bien
- …que estar bien arreglada…
- Claro, sí
- Mjm… pero… una cosa es que sea por tu trabajo y otra es que te guste hacerlo
- Y no sé… siempre me gustó, ahora es como ya la rutina, ¿no? Es la ropa que tengo, es lo que hago
- ¿Pero esa es ropa de mujer?
- Sí
- Mjm
- Estoy un poco aburrida, quiero hacer algo más divertido
- Mjm, pero no encontrás nada que te divierta…
- O no… no sé si no encuentro nada que me div… sí, puede ser que no encuentre nada, y a parte no… se me pasan los días
- Mjm
- Como que los voy dejando pasar, no sé. Y así se me pasó mucho tiempo ya
- Mjm
Silencio.
- Claro
Silencio.
- Pero no te interesa trabajar en algo distinto…
- Estaría bueno, sí
- Estaría bueno que te buscaras algo para hacer otra cosa, porque esto lo que tiene es que son muchísimas horas y no te da mucho aire como para hacer algo
- No
- ¡A la noche es el tiempo que ya estás cansada!
- Claro, por eso, llego a mi casa y no tengo ni ganas de hacer… ni lo básico, ni siquiera prepararme un taper para el día siguiente
- Mjm… ¿y entrás muy temprano?
- Y… a la mañana, sí
- Pero a qué hora…
- Y… el local abre a las ocho y media, nueve… pero tenemos que estar a las ocho para abrir, hacer… lo que hay que hacer
- Mjm
- …ordenar las cosas
- Sí, yo cuando he pasado en colectivo vi que cambió… digamos… la nacionalidad (esto es hace unos años, ¿no?) de… de los… propietarios… abren a las siete y media
- Sí
- Antes cuando eran la mayoría, o la gran mayoría eran judíos, abrían a las ocho, ocho y media… algunos abrían un poco más tarde, ¡pero a las siete y media no había un alma! Pasabas por ahí y era el desierto
- No, no había nadie, cierto
- En cambio ahora no, yo he pasado… no suelo pasar por ahí, pero cuando me tomo el colectivo, el colectivo pasa por ahí… ¡me quedo pasmada de ver que a esa hora hay tanto ajetreo! ¿No?
- Sí. Igual yo estoy viendo… me ofrecieron algo: tienen una sucursal en Palermo –mi voz comienza a tener un tono nasal
- Ajá
- …y tengo ganas de que me pasen ahí. Es más lindo –concluyo con un tono completamente nasal
- ¿En dónde? ¿En el Alto Palermo?
- Eh… por la zona de Palermo –y hago un gesto con la mano como si estuviera desparramando bolitas sobre la mesa-. No sé bien…
Su cara es extremadamente seria, como de desconfianza.
- …en realidad me dijeron que están viendo eso y… están viendo a quién se llevan ahí
- Mjm
- Y yo quiero que me lleven a mí. Porque es más lindo… a mí no me gusta ahí, Avellaneda… -agrego con la voz nasal.

LAS MECHERAS
- No es muy lindo, y ahora… cada vez es más horrible. A parte roban mucho…
- Sï, y a parte parece como un mercaaaado… –digo mercado exagerando la voz nasal- no sé, es como… pfeo
- Claro, no… me pasó la vez pasada que… a mí me robaron el celular. ¡Y de una riñonera! –dice con vos de suspenso
- ¡Ah! ¡Pero cómo hicieron! ¿Y no te diste cuenta?
- Después, pensándolo me di cuenta de cómo había sido. Yo venía caminando y estaba la gente así –me muestra la mano derecha con todos los deditos juntos-, un sábado, y una mina me atropella y dice: “¡hola mamita, como te va vo!” –dice, imitando alguna tonada del norte
- …te saluda…
- No, se abraza a otra. Y me empujaban y no me dejaban pasar. Y yo “permiso, permiso”, y me seguían empujando…
- …y ahí te sacaron el…
- Claro, el celular. Se ve que yo lo había puesto acá –y se señala la panza detrás de la mesa-. Por lo general lo pongo bien contra la panza…
- ¡Pero qué rápidas! ¿No?
- Después me mostraron, una vez en… ¿Rivadavia y Acoyte? ¡Cómo roban! Una te empuja mientras la otra te saca… ¡tienen una velocidad! ¡Estaba todo filmado! Así que a mí me hicieron lo mismo… y a mí me chocaron, ¡me sostuvieron entre las dos!
- Clar…
- …una de las dos, o una tercera, me robó lo que pudo. Otras cosas yo llevaba por ahí adentro de los bolsillos…
- A parte una tiene como la idea de que los que roban son hombres
Silencio.
- Sí, por ahí los hombres roban otras cosas, ¿no? –dice mientras se mira las uñas
- “El ladrón”… nunca se habla de “la ladrona”
- Claro, pero de las mecheras siempre se habló
- Claro…
- En general son las que roban en los negocios… estas roban juntas. Roban de mujer a mujer, ¡porque si estuvieran separadas! Entonces te arman toda la situación…
- Bueno, ¡son buenas actrices! Hacen toda como una especie de representación para robar algo…
- Mmmh… no sé si son buenas actrices o…
- …de que te saluuudan…
- Lo que pasa es que entre varios te frenan y te roban. Aunque hubiera dicho permiso o no sé qué era lo mismo porque no me dejaban pasar… así me enredó… ¡después me di cuenta! Cuando fui a usarlo me di cuenta de que estaba el cierre abierto… y que me habían robado –agrega con tono trágico
- Lo peor de que te roben el celular es que tenés la agenda…
- Claro…
- Es como…
- Pero hay un número al que llamás y en seguida bloquean todo
- No, pero es que el problema es que… después tenés que buscar los números por todos lados
- Ah, pero yo me anoto todo en la agenda, porque ya me pasó…
- Y yo de vez en cuando, pero a veces digo después lo anoto y después me olvido
- No, yo no. Después de eso, que sé que me quedo sin los números, lo anoto… lo sigo anotando en la agenda de mano porque si no es complicado.

UNA AYUDA DEL DESTINO
- Eh… pero… yo pensaba… Alto Palermo es en Barrio Norte
- Claro
- Palermo es un poco más tolerable
- No, yo no sé… todavía no sé dónde va a ser el local…
- Ah, todavía no lo abrieron…
- No, están pensando en abrir un local…
- Ah, está bien
- …pero igual ya tiene que ser, me dijeron que para primavera ya es
- Ajá, ¿y ahí qué? ¿Te van a poner de vendedora, de encargada…?
- ¡No! De vendedora… no, ellos se enc… ellos son muy de estar ahí…
- Claro, pero hay algunos que igual… porque yo sé de esto porque una chica paciente mía… bueno, estaba estudiando y necesitaba un trabajo en el cual pudiera tener un poco más de libertad. Trabajó en un negocio… ¿ubicás Santa Fé y Pueyrredón? ¿Por ahí? Después la pusieron de encargada porque trabajaba muy bien, y era responsable, cumplía y qué se yo… y la pusieron de encargada. Abrieron otro local en otro lado y ahí fue cuando la pusieron de encargada. Al poco tiempo, no es que tardaron meses…
- Claro, no sé. A mí ya con el sólo hecho de que me digan que me voy a otro lado…
- Mjm
- Igual me… están viendo y me preguntaron como para saber, todavía no…
- Está bien
- Pero me quiero ir de ahí, es horrible. A parte estoy hace tanto tiempo ahí… y me imagino que va a ser más lindo, porque el público va a ser distinto
- Sí, porque en este lugar hay gente que va a…
- Un público más amaaable… hay gente que va con unas bolsas enormes acá –otra vez la voz nasal- a comprar así, un montón…
- …para los negocios…
- Yo prefiero alguien que va a comprarse algo, o que se elige algo
- Mjm. Claro, en cambio ahí lo que ellos quieren es que la gente diga “diez remeras de estas, veinte de las otras”
- Mmmh… sí, sí… igual este local es como un poco más… no es tan así, pero… pero igual prefiero el otro
- Sí, es otro público en Palermo
- Ojalá…
- Bueno, eso te da un poco de entusiasmo. Porque si no parece que estuvieras como reprimida
- Y yo siento que es casi como una especie de ayuda del destino. Como que quiero un cambio y de repente… eso es un cambio
- Y… si no lo llegaran a abrir… ¿qué vas a hacer con el destino?
- Y ya no me estaría ayudando el destino
- ¿Y entonces?
- No sé
- Y, te tendrías que ayudar vos…
- Puede ser
- ¿Pero es casi seguro que lo van a abrir?
- Y… no hubieran dicho nada si no…
- Claro
- A parte medio se veía venir algo porque estaban haciendo cosas, qué sé yo…

A MI ME GUSTA LA MUSICA
- Mjm, ¿y eso, el trabajo de vendedora, a vos te gusta? ¿O te pudre?
- No tengo idea. Es lo que hago. Preferiría hacer otra cosa me parece
- ¡No pero hay gente que le encanta! Que tiene un don para vender…
- Ah, no. Yo no tengo ningún don para vender. Simplemente estoy ahí, me piden algo, se los doy y si les queda bien digo “qué lindo” y si les queda mal les digo “y si no te puedo sugerir esto…”
- Ah, eso está buenísimo, porque en general todos te dicen que te queda buenísimo y vos te mirás en el espejo y te queda es-pan-to-so
- No, yo no le digo que le queda mal, le digo…
- Claro, vos le ofrecés otra cosa…pero a veces te dicen “no, pero si te queda bárbaro” ¡y vos te mirás y es horrible! Entonces decís…
- Ah, no, a mí tampoco me gusta…
- …mirá, si querés decirme que me queda lindo no me pongas un espejo acá. ¡Porque me estoy viendo!
- Sí, a mí me pasa cuando yo me compro algo que me molesta hasta que me hablan, porque son como… hasta cambian la voz: “¡Ay! ¡Pero que divina! ¡Pero qué bien que te queda! ¡Está hecho para vos!” –digo con voz muy aguda-, te dicen una cosa así…
Se ríe.
- Y no, eso sería para vender con probadores sin espejo. Entonces te digan lo que te digan vos no te ves
- Y para eso ni te lo pruebes
- ¿Eh?
- Que para eso que ni te lo dejen probar: “llevátelo total te va a quedar divino” –vuelvo a afinar la voz
Se ríe. Mucho.
- Sí, eso también… pero bueno, veo que lo que decís es que… bueno… esto es lo que hacés y lo seguís haciendo, pero ni siquiera decís “quiero cambiar porque esto no me gusta”
- La verdad es que me aburro, ya me aburrí. No quiero hacer más eso
- Mjm
- Como que ya parezco un disco rallado
- Y no se te ocurre qué hacer…
- Y no va por ahí. Tengo que pagar un alquiler…
- Ya sé, pero a partir de una idea, de un deseo, se puede ir haciendo un proyecto y después ir armando las alternativas para que funcione
- ¿Y qué proyecto por ejemplo?
- ¡No sé! Algo que te guste hacer a vos
- Y a mí me gusta la música, pero y qué puedo hacer con eso…
- Por ejemplo: enseñar
- Y, pero tendría que estudiar primero para enseñar
- Claro, entonces tenés que hacerte el plan para ver qué estudiás y dónde
- Y, ¿pero si trabajo todo el día? ¿Dónde estudio?
- Claro, pero…
- ¿Ves? Eso es lo que me pasa hace años… todo termina en el mismo lugar: yendo al local
- ¿Y hay algún otro trabajo que…?
- ¡Y a esta edad! Con la experiencia que tengo es…
- ¡Parece como si tuvieras ochenta y siete años!
- Ay, bueno, pero ahora las chicas de dieciséis ya son grandes
- Sí, bueno, yo he tenido pacientes de cuarenta y pico y más que no los habían dejado estudiar en su momento porque tenían padres retrógrados, empezaron a estudiar en una escuela secundaria y después fueron a la universidad y se recibieron y empezaron a trabajar de lo que habían elegido, también. Depende de que uno tenga ganas de hacer algo
- Claro
- Pero tiene que llamarte algo la atención, porque sino no… no tenés la energía disponible. Porque si por ejemplo decís: “tengo que estudiar una profesión”. Contabilidad o… análisis de laboratorio o biología o… qué sé yo, alguna cosa. Pero detecto eso. Entonces no vas a hacer un esfuerzo para estudiar de arquitecto porque después vas a trabajar de algo que tampoco te va a gustar
- Y sí, claro…
- Entonces tendría que ser algo que realmente te encantara hacer. Entonces vas a encontrar algo…
- Lo que pasa es que tampoco tengo ganas de ir a hacer toda una carrera... no tengo ganas de hacer eso
- Y… estudiar música es una carrera. ¿Cerca de tu casa no hay una escuela de música?
- Que yo sepa, no
- Porque hay algunas escuelas de música –tose- que funcionan –vuelve a toser- en escuelas primarias a partir de las seis de la tarde
- Ah, ¿sí?
- En la guía telefónica están en “escuelas de música”. Yo conozco una que está en la calle Camarones…
- ¿Y son públicas?
- Ajá, gratis
- ¿Y qué son? ¿Cómo talleres, cursos?
- No, no. Vos vas y estudiás. Y hay distintos instrumentos. Incluso tengo una paciente… yo a esa escuela la conozco…
- ¿Y qué? ¿Te recibe un profesor?
- Supongo que sí, no sé. Yo una vez fui porque me habían indicado que por las fiestas de fin de año iban a tocar y qué sé yo. Y había un ensamble que había un profesor que tenía un grupo de adolescentes que tocaban… ¿música de cámara? ¡Una maravilla! ¡Y habían estudiado música con ese profesor y formado un conjunto! O sea que… se ve que es una escuela con un proyecto que no se termina cuando terminaron con los dos tres cinco dieciséis años de estudiar el instrumento
- Claro
- Esa es una que conozco, después por alguien que averigüé sé de otra que queda por La Boca y… hay varias
- Bueno, puedo averiguar
- Te fijás en la guía telefónica, en la parte de educación, y ahí buscás “escuelas de música”. No me acuerdo, no hay demasiadas
- ¿Y habrá alguna cerca de mi casa?
- Eso no sé, te tenés que fijar en la guía. Después hay otra en Chacarita, pero esa no sé bien cómo es el funcionamiento pero tenía varios pacientes que estudiaban ahí, y hay una universidad de música popular…
- ¿Cuál?
- …que queda en Avellaneda, ¿viste Avellaneda?
- Claro, sí. Esa la conozco
- ¿Estudiaste ahí alguna vez?
- No, pero oí hablar. Lo que pasa es que, a parte de que es lejos, tiene los horarios de mañana, tarde…
- Y noche
- ¿Noche…? Sí, debe tener noche. Lo que pasa es que más el viaje…
- Sí, en la loma del quinoto queda. Tenés que conseguir un trabajo donde trabajes menos horas
- Lo que pasa es que el trabajo con menos horas es de menor sueldo y no puedo… o sea, con este sueldo que tengo apenas puedo…
- …tenés que encontrar…
- …a penas si me pago el alquiler y como
- Claro, pero… y tomás sopa
- A veces como otras cosas también –digo con seriedad
- No sos de decir: “¡Otra vez sopa!” –la miro un poco seria-. Eh… no, con menos horas… depende del tipo de trabajo. Porque con la experiencia que tenés en un local en Alto Palermo… la ropa es mucho más cara, la gente… no quiero decir que no sean explotadores, está claro
- El problema es que… una de las chicas que trabajaba en donde yo trabajo está en el Shopping Alto Palermo ahora, en otro local. Trabaja de lunes a lunes y tiene un feriado movil
- ¿Un franco movil?
- Un franco movil que se va corriendo de una manera que es muy desagradable. Por ejemplo, trabaja de lunes a martes… o sea, de lunes a lunes y tiene martes feriado
- Franco
- Franco. Después trabaja de… o sea, como que se va corriendo un día el feriado y de esa manera es como que el franco, encima de que tiene uno solo en la semana, se le corre siempre un día más. O sea que tiene menos tiempo
- Claro
- Y está todo el día ahí. Y los sábados, domingos y feriados es cuando más trabaja
- Sí, no, yo conocía a esta chica que trabajaba en… esto es rarísimo, la tomaron en Cacharel y trabajaba el 25 de mayo, primero de mayo, lo que sea. Y cada vez le iban agregando más horas y más días y le decían: “Ay bueno, te tenés que quedar, si no te sacrificás ahora…”. Pero te sacrificás por vos, no te sacrificás por ellos
- Sí
- ¿Qué vas a hacer?
- ¡Son terribles!
- ¡Tan descarados! ¡Pero tan descarados! Y eso no lo podés bancar por mucho tiempo
- Sí, es terrible
- Así que no sé, tambien… a lo mejor te podés capacitar en algo que te resulte más o menos potable y salir de esto. Porque creo que es una de las cosas más esclavizantes la venta en un local. Bueno, en este por lo menos cierran el sábado a la tarde
- Sí, pero igual
- Y el domingo no vas. Tenés un día y medio seguro, un día en la semana seguro. No es como el otro que me describías recién. Otra vez una chica trabajaba en el Alto Palermo pero al revés, trabajaba nada más que sábados y domingos, y otra también trabajaba sábados y domingos pero en el horario por ejemplo de seis de la tarde a doce de la noche, una cosa así, porque estaba abierto a esa hora. Y le pagaban bien
- Sí, se supone que te pagan mejor
- Se supone, porque…
- ¿Porque si no quién va a agarrar ese trabajo?
- Porque les queda bien
- Igual se supone que te pagan mejor
- Eso es después de la flexibilización laboral
- A parte hay algo terrible, y es por ejemplo… yo tengo bastantes presiones ahí en ese trabajo
- Mjm
- Y sé que no puedo decir nada porque atrás mío hay veinte personas esperando, o más… y por menos. Por eso digo, ¿buscar otra cosa? Esto ya es conocido
- Mjm… malo conocido –tose
- Igual con esa frase tengo un problema
- ¿Con qué cosa?
- Esa frase
- Ajá
- Mejor malo conocido que bueno por conocer me parece horrible
- Sí, eso digo. Pero parece que vos la ponés en práctica
- Y sí. Pero me estoy dando cuenta de eso ahora
- Mjm

LA BELLA DURMIENTE
- Es como si hubiera estado dormida un montón de tiempo. Y ahora estoy como…
- La bella durmiente, que estuvo dormida como cien años por lo menos
- Bueno, pero yo no tengo tanto tiempo… es demasiado para mí
- Claro, por eso, pero al menos son menos de cien años. Y todavía sos bastante joven como para decir: “Ah, todavía soy joven. Puedo ponerme a hacer otra cosa. Puedo capacitarme en algo que me interese”.
- Pero yo me voy de acá diciendo sí, sí, sí. Y después llego y estoy cansada, no tengo ganas
- Bueno, tampoco se hace la magia a la que vos le pedís… una terapia, que en un día o dos arranques con todo… porque que arranques con un ánimo resignado de tu parte, ¿no? Por toda una historia del tiempo, de cosas que fueron pasando en los últimos años… ¿cuántos años hace que estás ahí?
- Qué sé yo… muchísimos años
- Dos, cinco, diecisiete…
- ¿Siete?
- ¿Siete?
- Por ahí, más o menos…
- Mjm
- ¿Y antes también trabajabas en ventas, en otro lado?
- En Lomas de Zamora
- Ymmm… quémmm… ¿de corretaje no?
- ¿Qué es eso?
- Es la gente que de una fábrica vende cosas en locales…
- ¡Ah!
- …ese tipo de cosas
_ ¡No, nonono! ¡Yo no soy una buena vendedora! Si vendo es porque vienen a comprar, porque les interesa algo y yo les doy lo que les interesa. Pero yo no… yo no…
- ¿Y una buena qué sos, Clara?
- …no me sale salir a vender… ¿cómo?
- ¿Una buena qué sos?
- No sé
Mira el reloj.
- Ni idea

LAS CAJITAS Y EL COSITO
- ¿No te considerás buena en nada?
Silencio.
- No sé qué decir… no, no sé. La verdad: no sé. Y… en algo debo ser buena pero…
- Bueno, pero a esta altura de tu vida, ¿no te encontraste en ningún momento con que estabas satisfecha porque algo hacías bien?
- Y, tal vez.
Silencio.
- Soy organizada
- Mjm. O sea que podrías ser buena en un trabajo donde sea importante la organización
- Puede ser. Soy organizada y ordenada
- Mjm
- Prolija
- Bueno, eso es una cualidad. No todo el mundo es organizado, como bien habrás podido ver
- Me imagino yo, ¡qué sé yo! Tal vez hay un montón de gente así. De hecho hay un montón de gente así
- Bueno, pero por ejemplo, para…
- Pero a mí me pasa por ejemplo que tenemos un sector con unas cajitas
- ¿Un sector?
- Con unas cajitas y me molesta cuando las cambian de lugar, tengo que ir a ponerlas de vuelta como estaban
- Ajá, te obsesiona eso
- No sé, es casi sin querer. Pero las veo en otro lugar y las tengo que poner en el mismo lugar
- Mjm
- En casa también, está todo siempre en el mismo lugar
- Mjm, ¿no se te da por cambiar los muebles de lugar?
- Alguna vez… pero es como que empieza un nuevo orden y ya está todo de vuelta en un mismo lugar. O sea, en su lugar, que es un lugar nuevo
- Y bueno, sí, por suerte los muebles no son…
- No, pero hablo de todo, de hasta la cosita… todo
- ¿Qué cosita?
- Y no sé, el salero siempre está en el mismo lugar
- Mjm
- Esas cosas
- Pero es como lógico, ¿no? Porque si cada vez que le vas a poner sal a algo tenés que salir a buscar el salero…
- No, bueno, pero por ejemplo el estante tiene esta distancia y sería lo mismo que el salero esté acá, acá o acá. Pero no, el salero está acá –señalo con el dedo un estante imaginario-. Siempre
- ¿Y eso es porque queda lindo o porque tiene que estar ahí porque sino te perturba?
- ¿Las dos cosas? ¡No! ¡No me perturba! ¡Tampoco me vuelvo loca porque el salero está en otro lado!
Se ríe tapándose la boca como si fuera una nenita.
- Esto es así, yo lo pongo acá y vienen y lo ponen en otro lado
- Bueno, yo hago eso. Pero no porque me vuelva loca, es casi instintivo
- Mjm
- Y a parte creo unos órdenes raros. Por ejemplo voy a visitar a mi mamá y estamos en la mesa y hay unas cosas entonces yo ya las ordeno de una manera y ese orden tiene que ser así hasta que me vaya –me río
- Mjm
- O por ejemplo estamos charlando y lo cambian y yo sigo charlando y lo vuelvo a poner en donde estaba. Esto te lo estoy diciendo porque lo estoy viendo ahora, porque tampoco es algo que yo esté pensando mucho cuando lo hago
- ¿Y entonces por qué lo hacés?
- No sé, se ve que me gusta que esté ordenado
- Es una forma de controlar, ¿no? Aunque sea las cosas inanimadas
- ¿Cómo?
- Es una forma de controlar, ¿no? Que esto está así, si lo corren lo vuelvo a donde estaba, dejo las cajitas como estaban… en el negocio es más lógico decir que estén las cosas siempre en el mismo lugar así uno va y las agarra y no pierde el tiempo buscándolas, la cajita está en tal lado
- Claro
- Porque cuando van a buscarla están más apurados, ¿no?
- Mjm
- Entonces de ahí se entiende la lógica de que el orden es la comodidad, y hace perder menos tiempo. Al estar sola en tu casa no hay nadie que desacomode las cosas. Pero, si alguien te desacomoda las cosas, te hace perder por ahí mucho tiempo en encontrarlas, el tiempo que usarías para dormir, para mirar televisión, para leer un libro, comer o lo que se te cante, ¿no? Es tu tiempo, es tu vida. Pero vos hablás más de controlar el espacio ese que tenés ahí. Por ejemplo, estás en la mesa y ponés las cosas de determinada manera, si alguien las cambia las volvés a poner como estaban. Y da igual, porque después las van a sacar
- Sí, igual la verdad es que no sé si fue siempre así
- Mjm, ¿no te diste cuenta? ¿Fue pasando?
- No… y tampoco sé si es tan terrible. Es algo que se me ocurre ahora que hago
- Mjm, no estoy diciendo que sea algo tan terrible, pero parece que no soportás que lo cambien
- Ahora que lo pienso…
- …que si lo cambian vos lo volvés a cambiar…
- …ahora que lo pienso el otro día fuimos a tomar algo con una compañera de trabajo y me acuerdo que estábamos tomando una cerveza. Nos habían traído las cervezas con el cosito que va abajo. Y por ejemplo yo tomaba y lo ponía en el cosito que va abajo, y cuando ella tomaba a veces lo ponía en el cosito a veces medio afuera a veces a fuera del todo. Y en la charla me acuerdo de haber puesto su vaso en su cosito
- Mjm –dice, y me mira raro
- Y me acuerdo porque en un momento me di cuenta de que lo hice dos o tres veces y dije: “va a pensar que estoy loca”, y no lo hice más
- Mjm
- Pero lo seguía poniendo afuera y yo pensaba: “¿Pero cómo no se da cuenta de que está el cosito ahí?” –termino la frase con una risa
- Claro, si fuera una mesa de madera sería inexcusable que lo pusiera fuera del posavasos. O el cosito. Porque puede, digamos, arruinar el mueble por apoyarlo. En tu casa si lo ponen en el mueble de madera le decís: “ponelo en el cosito” o “por favor apoyalo acá porque se me marca el mueble”
- Sí, pero ahí no pasaba nada
- Pero este era… seguro algo así como fórmica
- Era como una formalidad, el cosito ahí y…
- Mjm
- Y bueno, como algo que…
- En general el cosito ese ellos lo usan con las cervezas para contar cuántas tomaron
- ¿Ah, sí?
- Por eso, si uno toma tres y el otro toma dos, ellos cuentan cinco posavasos y saben cuántas cervezas se tomaron
- No sabía
- Yo también una vez no lo sabía y después… -se ríe-. Bueno Clara, por hoy dejamos. ¿Nos vemos el viernes?
- Bueno. Doce y media es, ¿no?
- ¿Qué?
- ¿Es doce y media?
- Doce y media
Nos levantamos. Ella abre la puerta y me espera con la mano en el picaporte.
- Bueno chau –le doy un beso-. Nos vemos el viernes
- Chau
- Chau